Encuentro de exestudiantes del exLiceo C-38: Una Tradición de Amistad y Recuerdos

By Miguel Jimenez on 11 febrero, 2025

Texto y fotos del grupo Generación del ’79

Loncoche, febrero de 2025.-

Desde 2017, un grupo de exestudiantes del ex Liceo C-38, hoy conocido como Liceo Bicentenario Padre Alberto Hurtado Cruchaga, ha mantenido viva una tradición de reencuentros anuales que los unió la nostalgia de su época escolar.

Este encuentro, que comenzó el verano del 2017, con una reunión entre ex compañeras/os, en el restaurante “Pitín”. Asisten integrantes que están radicados en Neuquén (Argentina), Toulouse (Francia) y en ciudades de nuestro país (Aysén, Santa Cruz, Talcahuano, Temuco, entre otras), ha crecido en calidad, hasta convertirse en un evento esperado por cada integrante que formó parte de la promoción del 4° Medio A, año 1979.

La tradición de estos encuentros, que en la ansiedad inicial, fue una reunión en verano y otra en invierno del mismo año. Con la pandemia se suspenden y se retoman para dejarlos solos en cada verano.

Con un total de 27 participantes en esta última edición. El grupo está compuesto por 32 personas, principalmente por miembros de la generación del ‘79, que tuvo como profesora jefe, a la señorita Clotilde Melo, cuya figura es recordada con cariño y respeto, muy merecido por cierto.

El grupo, llamado “Generación del ’79”, tiene su directiva que se ha mantenido por 8 años, quienes organizan; y todos los integrantes participan en construir un momento grato por dos días y contención permanente, cuando alguien lo requiere, aunque estemos distantes Siempre extrañamos a quienes no pueden asistir o ya pasaron a otro plano, al fallecer.

A lo largo de los años, se han incorporado algunas/os excompañeras/os que estuvieron en cursos anteriores, haciendo que cada encuentro sea una rica mezcla de historias compartidas.

El reencuentro anual, no solo sirve para revivir viejos tiempos, sino también para fortalecer y generar lazos de amistad que probablemente no se hubieran dado en la época de adolescencia. Cada encuentro se convierte en una ocasión para rememorar algunos momentos significativos vividos en las aulas del ex Liceo C-38, contar estados actuales con nuestras familias, chistes y bromas que solo la madurez y calidez de cada integrante nos permite disfrutar, compartir nuestros dolores, procedimientos médicos de mitigación (jajaja) y esperar el encuentro del siguiente año.

Ya se ha convertido en un verdadero ritual y demuestra que la amistad forjada en los bancos del colegio no conoce de tiempo ni de distancia. Así, año a año, los exestudiantes del exLiceo C-38 continúan demostrando que los recuerdos de juventud y las relaciones humanas son una parte fundamental de la vida, y que nunca es tarde para seguir celebrando esas memorias compartidas.