OPINIÓN: En tus zapatos: Un homenaje a la honestidad y al esfuerzo invisible
Por Alexis Navarro Aburto, Ingeniero

Hay trabajos que el ojo común no alcanza a ver, que se esconden tras el ruido de la ciudad y el ajetreo diario. Son labores silenciosas, invisibles, pero indispensables. Quienes las realizan llevan sobre sus hombros el peso del esfuerzo honesto, el cansancio de jornadas que no siempre son reconocidas, y el orgullo de saber que con cada paso contribuyen a construir un futuro mejor.
Cierra los ojos un momento. Siente el frío que cala hasta los huesos, la neblina que se aferra a la piel, el uniforme que pesa como una segunda piel. Siente el cansancio que se acumula en cada paso, pero también esa fuerza que no se pierde, esa dignidad que nadie puede arrebatar.
Ellos son más que trabajadores: son la columna invisible que sostiene la ciudad. Manos ásperas que acarician la esperanza, corazones que laten sin buscar aplausos ni mucho menos figurar, sueños que se levantan con el primer rayo de sol para enfrentar una jornada más.
Cada bolsa que recogen, cada calle que limpian, no es solo parte de su trabajo. Es una promesa profunda: la promesa de que sus hijos puedan estudiar, crecer y entender el valor del trabajo honesto. Porque sacarse la cresta no es un castigo, sino el camino de quienes aman, sueñan y no se rinden.
No siempre son vistos. No siempre escuchan las palabras de gratitud que merecen. Pero su dignidad permanece intacta, esa que se construye con sacrificio y honestidad. Son esenciales. Son héroes sin capa, que cargan frío, cansancio y esperanza, que aman en silencio, luchan sin descanso y sueñan con un mañana digno.
Hoy, más que nunca, es necesario mirar sus zapatos, caminar aunque sea un instante en su historia. Reconocer que detrás de cada gesto hay una vida, una familia, un anhelo. Porque en sus manos no solo cargan bolsas; sostienen sueños, dignidad, alegría y esperanza.
A ellos, que construyen día a día un mundo más justo, más limpio y más humano, va este homenaje sincero.
Que la ciudad que todos disfrutamos sea también un reflejo del respeto y la gratitud que merecen quienes la mantienen viva con su esfuerzo honesto.
Imagen de contexto.













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